Descripción

Una lluviosa tarde invernal en la ciudad de Cádiz, en los últimos días del año 1792, cuando un modesto comerciante se encuentra con un hombre desplomado en el suelo, muy cerca de la mansión de Sebastián Martínez, caballero ilustrado y coleccionista de arte, amigo de Francisco de Goya. Es el comienzo de una trama muy densa -o de una maldición- que pondrá al descubierto una compleja histotia de amor, odio y muerte desarrollada en parte en un reconocible paisaje andaluz.