Descripción
Es mejor no cruzarse con el murciélago de sombra, porque da mucho miedo con su pelaje negro hirsuto y las membranas oscuras de sus alas. Él lo sabe bien, por eso le gusta darles vueltas a las alas. Pero lo que más miedo da son sus largos colmillos, que le sobresalen de la enorme boca como los dientes de un vampiro. ¡Esperemos que no muerda!